Manolo Hernández Douen
El venezolano ni
siquiera figuraba en el roster de 40 peloteros de los Gigantes en 2008.
La pelota profesional que se juega desde las ligas de
novatos hasta la Triple “A” se queda fuera del panorama del diamante en 2020.
Foto del portal de los Chattanooga Lookouts, sucursal de los Rojos de Cincinnati en Doble ‘A’.
rendimiento en las menores y no titubeó a la hora de recomendar al joven nativo de Puerto Cabello, Venezuela, al alto mando de los Gigantes.
Para aquel entonces, Sandoval bateaba para .359 en
Clase “A” y .337 en Doble “A”. Su potencial era enorme. Así lo analizó Alou.
Los Gigantes le
hicieron caso a su antiguo dirigente, que es aún uno de sus conocedores de
talento más valiosos y compraron el contrato del venezolano.
No conforme con convertirse en el Pelotero del Año de
los Gigantes en las menores, el ambidextro trituró el pitcheo de las Grandes
Ligas, con .345 en sus primeros 145 turnos con San Francisco y de paso impulsó
24 carreras en sus 41 juegos iniciales en la Gran Carpa, todo esto en 2008.
“Usted tenía razón”,
fue lo primero que dijo Bruce Bochy al estrechar la diestra de Alou, cerca de la
banca del hogar de la novena Naranja y Negro.
¿Quién sabe si los Gigantes hubieran considerado a
Sandoval para esa temporada de 2008 y subsiguientes, de no ser por aquel tremendo
año en las fincas de la organización.
Como el caso de
Sandoval, hay muchos de peloteros que han forjado su camino a la fama a través
de la pelota profesional que se juega cada año en las menores, casi paralelamente
a las Mayores.
Eso no ocurrirá en
2020. Muchos de esos jóvenes de las 30 organizaciones de las Grandes Ligas ya
están quizás en su casa, que bien pudiera ser un pequeño pueblo de Arkansas o
en la Tierra del Merengue, pensando en lo que pudo ser y no fue.
Debido fundamentalmente a la Pandemia, no se van a
celebrar los tradicionales campeonatos que se juegan cada año desde las ligas
de novatos hasta la Triple “A”. Unos 160 equipos se quedarán sin acción.
“Va a ser la primera
vez en nuestra historia que no tendremos pelota”, declaró el Presidente de las
Ligas Menores, Pat O’Conner, al emitir el anuncio oficial la tarde del 30 de
junio. “Es
un día triste para muchos, pero se elimina de una vez la incertidumbre con
respecto a 2020 y permite a los equipos comenzar a organizarse con miras a un
emocionante 2021”.
Los habitantes de muchas ciudades en las cuales la
pelota no es solamente una fuerte fuente de ingresos sino también de entretenimiento,
lamentan ahora su gran baja, con el consuelo de que no es por un capricho, sino
por un terrible mal que le ha cambiado el curso a la vida en todo el planeta.
¿Qué harán ahora tantos peloteros que se quedan sin
jugar?
Algunos de los principales prospectos están entre los
60 elegibles de sus organizaciones de las Grandes Ligas y las respectivas
prácticas en los Campamentos de Verano, que se celebrarán en las tres primeras
semanas de julio, les van a servir de experiencia, sin que se puedan comparar
de ninguna manera con tantos swings o pitcheos que hilvanarían de haber seguido
sus carreras profesionales un curso normal en 2020.
Algunos pudieran irse a las ligas independientes que
sí funcionarán. Tal vez otros se interesen por jugar temporadas casi completas
en la pelota invernal.
Los que cuentan con un obvio futuro como profesionales del diamante
van a tener a tomarse un paréntesis con miras al porvenir. Lo mismo ocurrirá
con los recién firmados.
Los experimentados que buscaban una oportunidad final,
en cambio, la verán irse como la brizna de paja en el viento de la famosa novela
del inmortal Rómulo Gallegos.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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