Manolo
Hernández Douen
Los Atléticos no van a ganar 97 juegos por tercera temporada seguida. Eso es seguro.
La novena dirigida
por Bob Melvin tampoco va a sumar 190 triunfos en campañas seguidas.
Los Atléticos celebran efusivamente la llegada al
plato de Josh Donaldson, en foto de Michael Zagaris, en la portada de su Guía
Oficial de Postemporada en 2013. Desde entonces no han ganado su División, algo
que pudiera cambiar a lo grande en 2020.
-------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------
Esas posibles cifras no tan impresionantes en 2020 no serán por falta de calidad, sino porque no se las van a permitir las circunstancias que imperan, por razones obvias.
Si acaso un equipo llega a ganar 60 juegos en 2020, será de por sí una proeza enorme, porque pudieran apenas celebrarse unos 82 partidos por novena.
Pero la consistencia hilvanada en las temporadas recientes y la profundidad que tiene la franquicia que representa al Joven Circuito en la Bahía, pudieran ser sus armas primordiales con miras a una tercera aparición seguida en los Play-Offs.
Independientemente de cómo se estructuren las Divisiones para 2020, los A’s lucen muy bien armados para la temporada que extraoficialmente se inaugurará en la aurora de julio.
Una de las razones principales del porqué los A’s pudieran estar mejor preparados ahora es la profundidad de su rotación.
El cuerpo de abridores de Melvin no era precisamente el punto fuerte del equipo a comienzos de 2019, pero ahora presenta uno de sus mejores rostros desde que la novena se daba el lujo de contar con el fabuloso trío de Barry Zito, Tim Hudson y Mark Mulder en la aurora de este siglo.
Tres lanzadores que se recuperaban de lesiones el año pasado van a ser aliados de altos quilates para el experimentado Mike Fiers y el dominicano Frankie Montás, que abrió a todo vapor la temporada de 2019.
El venezolano Jesús Luzardo, nacido en Perú y criado en la Florida, demostró parte de su enorme potencial al brillar como relevista a fines de la campaña pasada y ahora está listo para hilvanar lo que muchos expertos consideran va a ser una carrera de altos quilates.
Autor de un juego sin hits ni carreras frente a los poderosos Medias Rojas de Boston en 2018, pero lesionado en 2019, Sean Manaea se recuperó a tiempo para reverdecer laureles en la recta final. Pudiera acercarse ahora a ser el pitcher de cabecera que era antes de sus percances físicos.
A.J. Puk, zurdo como Luzardo y Manaea, parecía destinado a la lista de lesionados antes de la Pandemia, pero el tiempo fuera de acción pudiera ser de gran ayuda para que pueda sumarse temprano al cuerpo de abridores.
Y gracias a la presencia del también abridor Chris Bassitt, los Atléticos van a ser mucho más fuertes en pitcheo que la mayoría de los demás equipos.
A falta de tiempo de preparación, pocos abridores van a poder llegar a las cuatro o cinco entradas en las primeras semanas de la contienda y allí puede encajar Bassitt como un relevista largo de enorme utilidad.
La necesaria expansión de los planteles, tal vez de hasta 30 a 32 jugadores, también va a ayudar más a los A’s, porque si la temporada hubiera comenzado de manera “normal” iban a tener que ejecutar dolorosos cortes de peloteros.
Ya no será necesario para Oakland adoptar una decisión drástica con respecto al venezolano Franklin Barreto, el dominicano Jorge Mateo y/o el boricua Vimael Machín. Los dos primeros ya no tienen opciones contractuales y el tercero es un jugador seleccionado en la Regla 5. Los tres pudieran permanecer ahora a las órdenes de Melvin hasta que las Grandes Ligas reduzcan nóminas a 26 beisbolistas por novena, tal vez a fines de julio.
Stephen Piscotty va a ser otro claro beneficiado por el paro. El jardinero derecho, hombre vital para los A’s tanto a la defensiva como a la ofensiva, ya pudiera iniciar la temporada en julio como titular. Hubiera arrancada en la lista de lesionados si la justa hubiera iniciado a fines de marzo.
La base de titulares del equipo, encabezada por el antesalista Matt Chapman, el primera base Matt Olson, el paracorto Marcus Semien y el jardinero central dominicano Ramón Laureano, es bastante joven, lo cual pudiera ser otro factor clave en momentos en los cuales la pelota necesita ajustarse a su “nuevo” sistema.
No va a ocurrir lo que pasó en 2013, cuando los A’s mejoraron su asistencia un ocho por ciento, pero a lo mejor jugar sin público no será para ellos una desventaja tan grande como lo va a ser para otros equipos acostumbrados a presentarse cada día con el respaldo de unos 40,000 ó más espectadores por encuentro.
Hasta pronto
y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
Comentarios