Manolo Hernández
Douen
Es
un monumental honor ser electo al Templo de los Inmortales en cualquier
deporte.
No
es nada fácil. Algunos entran de inmediato, otros deben tener mucha paciencia.
Derek Jeter se une a
la cada vez más extensa lista de glorias de los Yankees de Nueva York en Cooperstown.
Derek Jeter, en su primer voto de elegibilidad y Larry Walker, en su último, se ganaron el derecho a entrar uno del lado del otro al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, según la prensa especializada, premio muy justo en ambos casos. |
Lo sorprendente es que Jeter, uno de los paracortos más grandiosos de la historia, no entra por voto unánime para unirse al panameño Mariano Rivera, su otrora gran compañero en los Yankees de Nueva York, que lo hizo el año previo.
Siempre hay que respetar el punto de vista de los votantes, pero es difícil imaginar cómo alguien pudiera opinar que Jeter no merecía entrar a Cooperstown en su primera oportunidad de elegibilidad, cinco años después de colgar los spikes como pelotero activo.
Jeter entra al Templo de los Inmortales con 3,465 imparables, sexto mayor total en la historia de las Grandes Ligas, ocho temporadas entre los 10 peloteros más valiosos de la Liga Americana, promedio global de bateo de .310 y como uno de los baluartes de cinco coronas de la Serie Mundial ganadas por los Yankees.
El otrora fabuloso número 2 de los Bombarderos del Bronx apareció en 396 de las 397 tarjetas de integrantes de Baseball Writers of América, con 10 años seguidos o más en la cobertura de la meca de la pelota, para un 99.7 %.
Ken
Griffey Jr (99.32 %) y Tom Seaver (98.84 %) eran los peloteros que se habían
quedado más cerca de la unanimidad lograda por Rivera.
Walker, que se une al glorioso lanzador abridor Ferguson Jenkins como los únicos canadienses en Cooperstown, necesitaba dar un salto enorme con respecto al porcentaje de votos alcanzado en 2019.
Uno de los grandiosos bateadores en sus 17 años en la Liga Nacional, con 383 jonrones entre sus 2,160 imparables, Walker logró previamente el 54.6 % de los votos, pero subió ahora al 76.6 %, con seis unidades más de las necesarias.
El siete veces ganador del Guante de Oro y con cuatro temporadas con .350 ó mejor en promedio de bateo necesitaba figurar en por lo menos el 75 % de los sufragios o de lo contrario hubiera sido necesario esperar por futuras consideraciones por comités conformados, entre otros, por ex peloteros, dirigentes y expertos.
El lanzador Curt Schilling, conocido por su fabuloso historial en la postemporada, se quedó apenas corto, con el 70 % de los votos, pero le quedan dos oportunidades para ser electo.
De los peloteros latinos, los venezolanos Omar Vizquel y Bob Abreu sobresalieron, el primero al subir de manera contundente en apenas su tercer voto y el segundo por lograr las unidades necesarias para permanecer en las tarjetas con miras a 2021.
Ganador de 11 Guantes de Oro, cifra apenas superada por el legendario Ozzie Smith (13) entre los titanes del campo corto y con 2,877 hits, que aplastan la teoría de que supuestamente no hace méritos a Cooperstown por su “debilidad” como bateador, Vizquel subió del 42.8 % de los votos a 52.6 % en apenas su tercera aparición en las tarjetas.
Al ritmo que lleva, tal vez Vizquel pudiera entrar a Cooperstown en su quinto o sexto voto. El grandioso Luis Aparicio, único venezolano en el Salón de la Fama, fue exaltado en su sexta oportunidad en las papeletas.
Abreu apareció en 22 de las 397 planillas, con 5.5 % de los votos, para superar el total (5 %) necesario para permanecer en las tarjetas.
Rodeados por la controversia del supuesto uso de sustancias prohibidas, Roger Clemens (61 %) y Barry Bonds (60.7 %), permanecen en el limbo, pero les quedan dos apariciones de elegibilidad a cada uno.
Walker, que se une al glorioso lanzador abridor Ferguson Jenkins como los únicos canadienses en Cooperstown, necesitaba dar un salto enorme con respecto al porcentaje de votos alcanzado en 2019.
Uno de los grandiosos bateadores en sus 17 años en la Liga Nacional, con 383 jonrones entre sus 2,160 imparables, Walker logró previamente el 54.6 % de los votos, pero subió ahora al 76.6 %, con seis unidades más de las necesarias.
El siete veces ganador del Guante de Oro y con cuatro temporadas con .350 ó mejor en promedio de bateo necesitaba figurar en por lo menos el 75 % de los sufragios o de lo contrario hubiera sido necesario esperar por futuras consideraciones por comités conformados, entre otros, por ex peloteros, dirigentes y expertos.
El lanzador Curt Schilling, conocido por su fabuloso historial en la postemporada, se quedó apenas corto, con el 70 % de los votos, pero le quedan dos oportunidades para ser electo.
De los peloteros latinos, los venezolanos Omar Vizquel y Bob Abreu sobresalieron, el primero al subir de manera contundente en apenas su tercer voto y el segundo por lograr las unidades necesarias para permanecer en las tarjetas con miras a 2021.
Ganador de 11 Guantes de Oro, cifra apenas superada por el legendario Ozzie Smith (13) entre los titanes del campo corto y con 2,877 hits, que aplastan la teoría de que supuestamente no hace méritos a Cooperstown por su “debilidad” como bateador, Vizquel subió del 42.8 % de los votos a 52.6 % en apenas su tercera aparición en las tarjetas.
Al ritmo que lleva, tal vez Vizquel pudiera entrar a Cooperstown en su quinto o sexto voto. El grandioso Luis Aparicio, único venezolano en el Salón de la Fama, fue exaltado en su sexta oportunidad en las papeletas.
Abreu apareció en 22 de las 397 planillas, con 5.5 % de los votos, para superar el total (5 %) necesario para permanecer en las tarjetas.
Rodeados por la controversia del supuesto uso de sustancias prohibidas, Roger Clemens (61 %) y Barry Bonds (60.7 %), permanecen en el limbo, pero les quedan dos apariciones de elegibilidad a cada uno.
Hasta
pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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