Manolo Hernández Douen
No siempre florece la calidad, por mucho talento que
tenga un jugador de Grandes Ligas.
La historia de la pelota está repleta de buenas
intenciones que terminan en desastres.
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Marcus Semien, un
pelotero completo por el cual los A’s van a tener que abrir sus alforjas de par
de en par. (Foto: Cortesía de Michael Zagaris / Oakland
Athletics)
En el caso del paracorto Marcus Semien, los Atléticos
de Oakland siempre tuvieron fe de que su paciencia sería recompensada con la
obtención de un pelotero útil, aunque quizás ni el más optimista de los
entendidos se hubiera imaginado que sería uno de los beisbolistas más completos
de la Liga Americana.
A menos de un quinquenio de ser un absoluto desastre
con el guante y un artillero discreto, la excelente evolución de Semien como
pelotero le permite a los A’s sonreirse y preocuparse al mismo tiempo.
Sonreírse, porque aquel pelotero que era un utility
con los Medias Blancas de Chicago se ha convertido en finalista tanto por el
Guante de Oro como por el codiciado premio Jugador Más Valioso del Joven
Circuito.
Preocuparse, porque la valía en el mercado de ese
pelotero es ahora tan grande que Oakland va a estar obligado a dar un paso que
usualmente no hace para retener a sus baluartes: abrirle las alforjas de par en
par.
Un primer bate de lujo, con el suficiente poder para darles
constantes dolores de cabeza a sus adversarios y un guante que ahora convierte
en outs de rutina los roletazos y jugadas que eran antes un motivo para plegarias,
Semien cierra el 2019 como una imperiosa necesidad para la novena de Bob
Melvin.
“Es un líder, por el ejemplo que da con su juego y su
comportamiento en el Club House”, suele decir Melvin del nativo de San
Francisco y egresado de la Universidad de California en Berkeley.
Capaz de pulir su defensa gracias a los consejos de
Ron Washington, tan famoso por su paciencia como instructor que el otrora
tercera base de lujo de los Atléticos, Eric Chávez, le regaló uno de sus
Guantes de Oro, Semien ha adelantado tanto como bateador que ahora es un primer
bate fijo de enorme valía como tal para su equipo.
“Me gusta ser primero en el orden porque en ese turno
tengo más oportunidades”, es la filosofía de Semien. “Es difícil batear de
primero, no sabes cómo te va a atacar el lanzador.
“Trato de ir lo más profundo que pueda en la cuenta”,
expresa Semien. “Creo que he madurado como bateador, ahora tengo más
paciencia”.
Un caballo que jugó en todos los 163 partidos de los
A’s, incluyendo el encuentro de Wild Card frente a los Rays de Tampa Bay,
Semien viene de una temporada en la que logró topes personales en la mayoría de
las estadísticas principales de la ofensiva.
De apenas 29 años de edad, Semien bateó para .285, con
.522 de slugging, .892 de slugging más embasamiento, 33 jonrones y 92 carreras
impulsadas.
Con los ganadores de Guantes de Oro Matt Chapman y
Matt Olson en la tercera y primera base, respectivamente, Semien ayuda ahora a
establecer una excelente cultura defensiva de los Atléticos con miras a 2020 y
años subsiguientes.
Ciertamente, Semien es uno de esos peloteros que los A’s
quisieran retener con miras a los años previos a la inauguración de su nuevo
parque en 2023.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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