Manolo
Hernández Douen
Un doblete le permitió a Yoenis Céspedes debutar
exitosamente en las Grandes Ligas.
Félix Hernández apenas toleró una carrera en ocho episodios en una perla de juego.
Los A’s abren con un trabuco ganador de 97 juegos, en contraste con la novena que
inauguró en 2012 con 74 triunfos en 2011.
(Foto: cortesía de Michael J. Baird, ingeniero radial de los Athletics)
El cubano Céspedes ha hilvanado una carrera brillante en las
Mayores desde entonces, pero no está con los Atléticos desde que la novena de
Oakland lo canjeó a mediados de 2014 en una transacción que muchos aún no
entienden el porqué se hizo.
El venezolano Hernández ha sido un abridor estelar para los
Marineros, pero en 2019 ya no es el iniciador de Seattle para el juego del Día
Inaugural.
Aquel juego del 28 de marzo de 2012 fue ganado por los
Marineros por 3-1 en 11 entradas ante 44,227 espectadores en el Domo de Tokio,
pero fueron los A’s los que obtuvieron 92 victorias para ganar el Oeste de la
Liga Americana y avanzar a los Play-Offs para la primera cita de tres ocasiones
seguidas de Bob Melvin en la postemporada en el timón.
Mucha agua ha pasado debajo de los puentes en siete
años, pero se espera que de nuevo los A’s vayan a ser un hueso duro de roer en
su División, luego de ganar 97 juegos, un parámetro bien duro para cualquier
novena de las Mayores, por buena que sea.
La proyección de los Atléticos varía de la Tierra a la
Luna. Cuando se fueron a Tokio en 2012, venían de ganar
solamente 74 juegos en 2011, pese a que Gio González obtuvo 16 triunfos con
excelente efectividad de 3.12 y que Josh Willingham impulsó 98 carreras en
apenas 136 partidos.
En contraste, la hazaña de 2018, cuando le metieron un
gran susto hasta la recta final de la temporada a los temibles campeones
divisionales Astros de Houston, le permite pensar a la fanaticada de Oakland
que tiene derecho a soñar en 2019.
Con el mismo núcleo del equipo que sorprendió a tirios
y troyanos al salir del sótano que ocupó por tres años al hilo, y que
pasó a los Play-Offs por primera vez desde 2014, los A's acuden optimistas
a la temporada que se abre de nuevo en la Tierra del Sayonara.
Uno de los mejores grupos de titulares que han tenido
los A’s en más de una década y un cuerpo de relevo que tiene la base del elenco
de apagafuegos que fuera clave para Melvin y sus lugartenientes en 2018, son
la columna vertebral del equipo de Verde y Oro.
El cuadro luce aún mejor ensamblado que el de 2018. No
se sabía entonces que el antesalista Matt Chapman y el primera base Matt Olson
redondearían temporadas tan fabulosas en su primera campaña completa como
titulares en la meca de la pelota.
Chapman y Olson estrenan ahora sus Guantes de Oro –
Chapman lo coronó con uno de Platino - y promediaron 26+ jonrones entre los
batazos de ambos. Marcus Semien pasó de ser un paracorto inseguro a finalista
por el Guante de Oro. No va a ser fácil recuperar las 99 carreras impulsadas
del camarero Jed Lowrie, pero el curazoleño Jurickson Profár produjo 77 rayitas
en su única temporada con 145+ juegos con los Rangers de Texas y le sonríe el
porvenir a sus 26 años.
Los jardines tienen titulares fijos con Stephen
Piscotty y el dominicano Ramón Laureano en el derecho y el central, en ese
orden. Piscotty superó un horrible drama familiar para pegar 27 jonrones y
fletar 88 carreras, y Laureano dejó al mundo de la pelota con los ojos claros y
sin vista, tanto a la defensiva como a la ofensiva, en los dos meses finales de
la campaña.
Por supuesto, el ancla de la ofensiva es el bateador
designado Khris Davis, que viene de tres temporadas seguidas con 40+ jonrones y
100+ carreras impulsadas, seguidilla del “Tanquecito” que no ha logrado más
nadie en la historia de Oakland, ni siquiera los gloriosos Reggie Jackson, Mark
McGwire y el cubano José Canseco.
El bosque izquierdo luce muy bien custodiado con
Robbie Grossman, Mark Canha y el “todo terreno” Chad Pinder. Sólo es cuestión
de tiempo para que se consagre el promisorio y versátil venezolano Franklin
Barreto.
Los puntos débiles son la receptoría, donde los
experimentados Nick Hundley y Josh Phegley se repartirán esa posición hasta que
el promisorio Sean Murphy esté listo para subir de la AAA, y la rotación, que
pudiera recibir una fuerte brisa de enorme talento cuando el zurdo venezolano
Jesús Luzardo se establezca como número uno del elenco de iniciadores.
Los próximos seis meses definirán en el diamante si es
verdad que la División Oeste de la Americana cuenta con dos trabucos, Houston,
Oakland, y tres equipos con demasiadas dudas para ser contendientes, pero eso es lo que aparenta ser ahora.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
Comentarios