Manolo
Hernández Douen
La calidad y el talento sobresaliente siempre estuvieron presente en el
zurdo Sean Manaea.
Sean Manaea evoluciona paso a paso como uno de los
abridores zurdos más efectivos de la Gran Carpa. (Foto: cortesía de los
Atléticos de Oakland).
De vez en cuanto
tiraba un juego impactante que hacía presagiar un porvenir brillante.
Pero hacía falta un rendimiento
consistente para que pudiera proclamar a los cuatro vientos que le ha llegado el
momento de ser conceptuado como uno de los zurdos más relevantes de la meca de
la pelota.
Ese coqueteo con la
gloria camina ahora de la mano del nativo de un pequeño pueblo de Indiana, prácticamente
cada vez que se sube a la lomita con los Atléticos de Oakland.
No conforme con su juego sin hits ni carreras del 21
de abril frente a los Medias Rojas de Boston, entonces embalados con una de las
mejores arrancadas (17-2) de la historia de la pelota, Manaea maniató en su
siguiente salida en Houston a los Astros, campeones reinantes de las Grandes
Ligas, con siete episodios en las que apenas permitió una carrera sucia.
Entre los dos encuentros, Manaea hilvanó 14 tramos
seguidos sin tolerar imparables, para eclipsar la marca de Oakland que poseía
John ‘Blue Moon’ Odom con 13 desde 1968.
Lo más impactante del
zurdo de 26 años de edad ha sido su consistencia. De
sus seis primeras aperturas de 2018, cinco fueron de siete o más episodios.
“Siempre soñé desde
jovencito que algún día tiraría un sin hits, pero en la vida real no pensé que
lo haría”, confesó el otrora prospecto de los Reales de Kansas City, que no
durmió casi nada la noche después de su hazaña. “Espero aprender
de esta experiencia y que sea un paso para muchas cosas buenas”.
La grandiosa velada
de Manaea fue conceptuada por el cátcher Jonathan Lucroy como la mayor proeza
lanzada y ejecutada por un pitcher que él ha tenido el privilegio de recibir en
las Ligas Mayores.
Lucroy es uno de esos
receptores a la antigua que lleva consigo su propio libro grueso sobre
lanzadores y bateadores a los cuales se ha medido, pero asegura que de nada
vale compartir sus consejos con sus serpentineros si no son capaces de ejecutar
los planes pre-juego.
La faena frente a los Astros generó también
comentarios en superlativo para Manaea.
“Hemos tenido muchos
lanzadores grandiosos en la historia de Oakland”, apuntó el manager de los
Atléticos, Bob Melvin, de los 14 innings al hilo de Manaea sin tolerar hits. “Esto
es algo de lo que puede sentirse orgulloso”.
Curiosamente, el enorme mes de abril de Manaea
contrasta con el relativamente discreto rendimiento de sus compañeros de
rotación. Pasar del sexto inning fue una rareza para los abridores de Oakland
en el primer mes de la contienda de 2018. Al día siguiente de su velada
destacada en Houston, los Astros ganaron 11-0.
“Es altamente
impresionante que no decayó y que, al contrario, se mantuvo consistente”,
analizó el versátil Chad Pinder de la faena de Manaea en Houston. “Nos ha
cargado sobre sus hombros y nos ha impulsado prácticamente cada vez que ha
subido a la lomita”.
Pensar que los Atléticos nunca quisieron apresurar el
ascenso de Manaea, que llegó a tirar su recta a 97 millas por hora en la
secundaria, pero que ahora, con promedio de 91 mph en su pitcheo de cuatro
costuras, es mucho más completo por su dominio de cuatro envíos.
Seleccionado de la Universidad Indiana State por los
Reales como el 34to de la primera ronda del Draft de 2013 – dos turnos después
de que los Yankees de Nueva York tomasen al poderoso jardinero Aaron Judge de
Fresno State – Manaea fue adquirido por los A’s en 2015 en aquel canje en el
cual el versátil Ben Zobrist pasó a la novena de Kansas City.
Admirador desde
jovencito del gran zurdo venezolano Johan Santana y posteriormente de los
también súper izquierdos Chris Sale y David Price, Manaea fue subido a los A’s
luego de hilvanar efectividad de 2.08 en cuatro aperturas a dos niveles de las
menores en 2016.
Con efectividad en la temporada actual de 1.03 luego de sus
dos aperturas seguidas recientes sin permitir carreras limpias, Manaea está
bien contento de pertenecer a unos Atléticos jóvenes, pero muy promisorios.
“Este equipo es asombroso, puede fabricar un racimo de
carreras de prisa”, calificó Manaea, cuya mezcla de envíos y ángulo de pitcheo
bien difícil le convierte en hueso duro de roer para los bateadores. “Sólo
necesitamos poner innings en blanco en la pizarra para mantener el impulso que
llevamos”.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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