Manolo Hernández Douen
Los Gigantes de San
Francisco se fueron a pique en 2017 por un vendaval de razones.
Johnny Cueto y
Brandon Crawford entretienen a los aficionados de los Gigantes en AT&T
Park. (Foto: cortesía de Erwin Higueros, San Francisco Giants).
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Una de ellas fue que
no tuvieron su acostumbrada consistencia en la rotación.
Ganador de 18
partidos con una estupenda efectividad de 2.79, así como cinco juegos completos
como parte de sus 219.2 episodios de trabajo, caracterizaron en 2016 al
verdadero dominicano Johnny Cueto.
Pero en 2017 se vino
a menos, en un año que comenzó con la pesadilla de la enfermedad de su padre en
la aurora de los Entrenamientos de Primavera y que incluyó posteriormente problemas por
ampollas.
El derecho de la
tierra del merengue que acumula marca de 122-83 en las Grandes Ligas también
enfrentó la incertidumbre de que si adoptaba o no su opción contractual con
miras a la campaña de 2018.
Todo eso quedó en el pasado y tanto el dirigente de
los Gigantes, Bruce Bochy, como el propio Cueto, esperan que 2018 sea una
temporada para reverdecer laureles.
“Es agradable saber que
eso [la situación contractual] ya ha terminado”, comentó Bochy. “Es grandioso
saber que va a ser uno de los pilares de nuestra rotación. Estamos
contentos y estoy seguro de que Johnny también lo está”.
Con la expectativa de volver a lo grande, Cueto sumó su
entusiasmo a los Gigantes para celebrar con los seguidores de la novena en el
Festival del Fanático en San Francisco a comiezos de febrero.
“Me quedé, porque me gusta estar aquí, me gustan los
aficionados, me gusta el ‘staff’ que tienen los Gigantes, me gusta la ciudad”,
expresó el dominicano a Béisbol por Gotas, luego de tomarse decenas de
fotografías junto a la fanaticada presente en AT&T Park, en compañía del
estelar paracorto Brandon Crawford.
A sus 32 años de edad recién cumplidos, Cueto, ganador
de 20 juegos con los Rojos de Cincinnati y segundo en la votación del Premio Cy
Young de la Liga Nacional en 2014, sabe que tiene mucho que aportar a los
Gigantes en 2018 y años subsiguientes.
“Había una situación bastante fea con mi padre, gracias
a Dios todo está bien”, recordó Cueto del muy mal rato que vivió su familia en
la República Dominicana, mientras Bochy y el resto de su tropa se preparaban en
Arizona.
“Ese año pasado me
fue bastante mal, pero eso ya se me fue al olvido”, aseguró el serpentinero que
fue clave en la coronación absoluta de los Reales de Kansas City en la Serie
Mundial de 2015. “Es un año nuevo. Vengo a fajarme, a trabajar fuerte, a ayudar
a mi equipo, a mis compañeros”.
La recuperación de Cueto y el retorno a plenitud del
zurdo Madison Bumgarner luego de un accidente de motocicleta que puso su
carrera en peligro, son dos de las razones por las cuales la novena de naranja
y negro aspira a brindarle a sus aficionados una justa muy diferente a la que
estuvo a punto de perder 100 juegos en 2017.
“Veo el equipo bueno, tanto por los bateadores como por
los lanzadores”, proclamó Cueto. “Quiera Dios que estemos unidos.Vamos a ver lo
que pasa. La pelota es redonda”.
Independientemente de
lo que pase en el diamante, Cueto anda como muchacho con juguete nuevo por el
hecho de que Vladimir Guerrero se convirtió en el primer quisqueyano de
posición que es electo al Salón de la Fama del Béisbol de Lujo.
“Eso es un orgullo para mi y para todos nosotros los
dominicanos”, elogió Cueto con una sonrisa a flor de labios. “Lo felicito”.
Hasta pronto y, por
favor, nunca pierdan la esperanza.
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