Manolo Hernández
Douen
La calidad y el profesionalismo siempre se han combinado muy
bien en Félix Hernández.
No hay duda de que a los 28 años es uno de los mejores en su
oficio en el Béisbol de Lujo.
Félix Hernández cambiaría gustoso un posible segundo Premio
Cy Young por el privilegio de avanzar lejos con su equipo en la postemporada.
(Foto: cortesía de Ben Van Houten / Seattle Mariners)
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Pero una cosa le hacía falta al “Rey Félix” para coronar su
grandeza como serpentinero en la meca de la pelota: jugar de nuevo en septiembre
con un elenco que abrigue la esperanza de ir a la postemporada.
Este mes le brinda a Hernández la posibilidad de coronar su
segundo Cy Young en la Liga Americana y de paso alcanzar como hombre de equipo
uno de los objetivos que se trazó cuando firmó su extension contractual por
siete años el 13 de febrero de 2013 con los Marineros de Seattle.
“Estamos todos bien entusiamados”, aseguró el derecho
venezolano en la visita final de los Marineros a Oakland, donde apenas toleró
una carrera en ocho episodios de altos quilates frente a los Atléticos el 3 de
septiembre para superar en un gran duelo al zurdo Jon Lester. “Sabíamos desde
los Entrenamientos de Primavera que teníamos un equipo para ganar”.
“Esto es lo que yo visualizaba”, subrayó.
Septiembre no ha sido precisamentre el mejor mes de
Hernández a lo largo de su carrera. Antes de su magistral faena frente a los
Atléticos tenía 16-17 con efectividad de 3.47 en esa porción culminante de la
campaña. Por supuesto, el destacado promedio de carreras limpias permitidas
indica que con una novena contendiente su marca habría sido mucho más
sobresaliente.
Para la divisa de Seattle, septiembre solía ser el momento para recoger los utensilios y comenzar a guardarlos para la venidera
temporada, no para pedir cajas de champaña.
A un joven Hernández le tocó soñar con los Play-Offs en la
aurora de su carrera, cuando Seattle quedó a punto de clasificar como Wild
Card, posición que en ese momento fue obtenida por los Yankees de Nueva York en
2007, pero la franquicia del estado de Washington perdió 90 partidos o más en
cuatro de las seis temporadas más recientes, incluyendo más de 100 en 2008 y
2010. No disfruta de una campaña con más triunfos que derrotas desde 2009
(85-77).
“La atmósfera es diferente”, precisó Hernández. “Se disfruta
más. Estamos luchando por un puesto. Aquí todos estamos unidos, relajados,
somos como una familia”.
La llegada del intermedista dominicano Robinson Canó por
intermedio de un contrato que le mantendrá en Seattle por 10 temporadas, y la
presencia de Lloyd McClendon como dirigente han marcado enormes diferencias en
el equipo, de acuerdo al nativo de Valencia, capital del estado Carabobo en la
región nor-central de su querida Venezuela.
“Bien importante [ha sido Canó], es el líder en el terreno,
ha ayudado mucho a los jóvenes”, analizó Hernández. “Lloyd es el jefe de
nosotros. Es la clave de que el equipo esté así”.
Disfrutar de la posibilidad de ir a una postemporada tiene
que ser una experiencia bien impactante para todo profesional, pero Hernández considera
que se prepara de un modo similar en las buenas y en las malas.
“Mi preparación es la misma para todos los juegos, los tomo
todos bien en serio”, aseguró el único en la historia de los Marineros con seis
temporadas con 200 episodios o más y 200 ponches o más simultáneamente.
Independientemente de lo que pase en septiembre, no hay duda
de que la fenomenal e histórica racha de Hernández lo dirige a paso firme hacia
su segundo Cy Young y primero desde 2010, cuando obtuvo 21 de los entonces 28
votos posibles para el primer puesto.
En realidad, superó no uno, sino dos registros de Grandes
Ligas. Con 16 inicios de dos carreras o menos opacó el de 13 que poseía Tom
Seaver en 1971. Con 16 aperturas al hilo con dos carreras limpias o menos
venció el de 15 implantado por Gaylord Perry en 1974.
“Estoy orgulloso de haberlo logrado [el récord], pero lo
importante es ayudar a mi equipo a ganar juegos”, simplificó el derecho que
debutó en la Gran Carpa en 2005.
Septiembre no pudo llegar en 2014 en un momento más justo
para Hernández, ya que le tocó medirse a los Atléticos en Oakland, donde ahora tiene
6-0, 1.98, en nueve aperturas desde el 1 de abril de 2011.
“Mi confianza siempre está bien, no solamente contra Oakland
sino contra todos los equipos”, expresó Hernández.
El dirigente de los Atléticos, Bob Melvin, ha seguido de
cerca la trayectoria de Hernández, porque fue el dirigente de los Marineros en
2003 y 2004, los dos primeros años del derecho venezolano en las ligas menores.
“Con Félix una clave es tratar de llegarle temprano antes de
que coja su ritmo”, reveló Melvin. “Tiene un cambio de velocidad que es muy
difícil de batear. Es el pitcheo que lo elevó a donde está ahora”.
Ese cambio lo empezó a tirar Hernández en 2009, cuando tuvo marca de 19-5 y efectividad
de 2.49.
“Me ha ayudado bastante”, dijo Hernández de uno de los lanzamientos
que lo condujo el 15 de agosto de 2012 frente a los Rays de Tampa Bay a uno de
apenas 23 juegos perfectos en la historia de las Grandes Ligas. “Yo no lanzaba
cambio. Necesitaba otro pitcheo. Comencé a jugar con el agarre de la pelota y
empecé a tomarle confianza”.
Pobrecitos de los bateadores desde entonces.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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