Manolo Hernández Douen
Respetado por su enorme profesionalidad por sus superiores en el Béisbol de Lujo.
Considerado como un ejemplo por sus contemporáneos en el mundo del diamante.
Magglio Ordóñez brilló con los Tigres luego de impulsar 100 ó más carreras en cuatro de sus primeras cinco temporadas completas con los Medias Blancas (Foto: cortesía de Detroit Tigers) |
Magglio Ordóñez ya nunca volverá a dar un hit en las Grandes Ligas, pero su trayectoria fue tan destacada que se le recordará siempre por ser un modelo de brillante pelotero dentro y fuera del terreno de juego.
Con 2,156 imparables y muchas faenas y batazos históricos a su crédito, se retiró el 3 de junio en una emotiva ceremonia en el Comerica Park, escenario de su etapa final en la Gran Carpa.
Parece que fuera ayer que daba sus primeros pasos en las Grandes Ligas. En aquel entonces, profesaba su admiración desde niño por Andrés Galarraga. Nadie podía imaginar entonces que hilvanaría una trayectoria de la dimensión gloriosa lograda por su ídolo, el “Gran Gato’’.
Ojalá hubiera podido repartir unas cuantas tablas más para sumar a sus 294 jonrones o subir su ya contundente porcentaje de por vida de.309.
Seis veces seleccionado al Juego de las Estrellas, aún conservaba calidad en el madero. Ganas le sobraban para seguir dejando huella. Prueba inequívoca de que le quedaba pólvora en el cañón es que disparó hits en 17 de sus 18 juegos finales. Una lesión de tobillo sufrida en 2010, empero, inició el camino del adiós para esta figura de la pelota latinoamericana.
“Fue un pelotero sumamente dedicado”, elogió Kirk Gibson, hoy dirigente de los Diamondbacks de Arizona que compartiera con Ordóñez el uniforme de los Tigres por un par de campañas en su etapa en calidad de instructor de la novena de la Ciudad Automotriz.
Al referirse en superlativo a Ordóñez, Gibson acentuó el corazón competitivo del sudamericano que se va de las Grandes Ligas a los 38 años de edad.
“Llegó a los Tigres cuando vivíamos una etapa de declive”, recordó Gibson a una pregunta de Béisbol por Gotas. “Los Medias Blancas lo habían desahuciado. Creímos en él como pelotero y él creyó en nosotros. Y con él vinieron unos cuantos más. Era uno de esos tipos que uno no se da cuenta de lo bueno que es hasta que nota lo que hace por el equipo’’.
Aquel comienzo de Ordóñez con los Tigres data del 7 de febrero de 2005, cuando firmó un contrato por cinco años y $85 millones. Atrás quedaba la pesadilla de un par de operaciones de rodilla que terminaron por marcar su salida de Chicago, donde dejó su huella con varias temporadas fantásticas.
Con los Medias Blancas impulsaría 100 ó más carreras en cuatro de sus primeras cinco temporadas completas. Con los Tigres ganaría la corona de los artilleros de la Liga Americana en 2007 con un fabuloso porcentaje de .363, el más alto de un campeón que batease exclusivamente a la derecha desde que Nomar Garciaparra logró su .372 en el 2000.
Aquel 2007 fue simple y llanamente sensacional al ser el primer Tigre en ser campeón bate desde Norm Cash en 1961. Sus 139 carreras impulsadas fueron la cantidad más alta para un jugador felino desde que Rocky Colativo sumó 140 en 1961. Sus 54 dobletes hicieron recordar los 56 de George Kell con Detroit en 1950.
Y marcaría historia con aquellos dos tablazos de cuatro esquinas en un solo juego de la Serie de Campeonato frente a los Atléticos de Oakland que conducirían a los felinos a la Serie Mundial de 2006.
Todo comenzó cuando fue quinto en la votación del Premio Novato del Año de la Liga Americana en 1998 y se reanudó al enfrentar y vencer un duro reto de superar una lesión de rodilla que inclusive lo llevó a someterse a una operación en Europa.
Los Tigres ya no le ofrecieron un contrato para 2012, pero Ordóñez trabajó duro con miras a una posible oportunidad con otra organización que nunca se produjo en una etapa en la cual veteranos del calibre de los dominicanos Vladimir Guerrero y Miguel Tejada, el japonés Hideki Matsui y Johnny Damon apenas lograron pactos de poca monta y no todos han tenido la oportunidad de volver a la Gran Carpa para el momento de que diera comienzo el mes de junio.
“De verdad que Magglio ha sido uno de los venezolanos ejemplares en las Grandes Ligas”, conceptuó el receptor Henry Blanco al ser consultado para esta columna. “Pude jugar con él y en contra de él, y siempre fue uno de esos bateadores difíciles de sacar de out’’.
Blanco, quien se mantiene como receptor con los Diamondbacks pese a que ya se acerca a sus 41 años de edad, ladeó la cabeza al lamentar que Ordóñez no hubiera podido seguir su carrera como ilustre bateador.
“Sé que todos tenemos un final en nuestra carrera y lamentablemente le tocó a Magglio”, señaló Blanco a Béisbol por Gotas. “Lo felicito de todo corazón por mantener el nombre de nuestro país bien en alto tanto en Venezuela como en los Estados Unidos. Tenemos que sentirnos todos bien orgullosos por la clase de bateador que fue Magglio por 15 temporadas en las Grandes Ligas’’.
A diferencia de Blanco, el tercera base Pablo Sandoval apenas está relativamente en la aurora de su trayectoria en las Grandes Ligas, pero el tremendo ambidextro de los Gigantes de San Francisco comentó que también fue impactado por el toque mágico de Ordóñez.
“Tuve la oportunidad de compartir con él y sé que es una persona a la que le gusta dar consejos a los peloteros más jóvenes’’, expresó Sandoval para los lectores de nuestro hogar beisbolero. “Lo admiro a él y a todos los veteranos que están saliendo del béisbol, pero quieren ayudar a otros a hacer todo lo posible por poner el nombre de Venezuela en alto’’.
Sandoval conceptúa a Ordóñez como “un peloterazo’’.
“Tuvo muchos méritos en las Grandes Ligas y en los últimos años trató de hacer todo lo posible para regresar”, dijo Sandoval. “Fue un pelotero de alto calibre que siempre siguió trabajando fuerte’’.
Como Gibson, Blanco y Sandoval, muchos recordarán a Ordóñez como un digno representante del Béisbol de Lujo.
¿Quién sabe? A lo mejor pronto comenzará a marcar huella como instructor. Por su profesionalidad, no faltará quien le ofrezca empleo para seguir en alguna función en el apasionante mundo del diamante.
Para muestra valga endosar la frase del gerente general de los Tigres, Dave Dombrowski:
"Cuando uno habla de un profesional genunio se refiere a Magglio Ordóñez".
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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