Manolo Hernández Douen
Ni siquiera era considerado lo suficientemente bueno como para integrar el roster oficial.
![]() |
Elián Herrera le sacó las castañas al fuego a su novena cuando fue golpeada por bajas enormes (Foto: Juan Ocampo/Los Angeles Dodgers) |
De hecho, así es como el dirigente de los Dodgers de Los Angeles, Don Mattingly, conceptúa al versátil pelotero dominicano que juega donde lo pongan y contribuye como la pieza que encaja como anillo al dedo aunque ni siquieran sabían que existía en algún lugar del planeta.
“Para nosotros ha sido como una bendición”, proclamó Mattingly a una pregunta de Béisbol por Gotas sobre el dominicano.
Subido el pasado 14 de mayo de la sucursal de los Dodgers en Albuquerque, New Mexico, Herrera disfrutó de un mes de altos quilates con la tropa blanquiazul luego de pasarse casi nueve años en las ligas menores sin vislumbrar por ninguna parte la esperanza de ascender.Del 16 al 27 de mayo bateó para .351 en su racha de nueve juegos seguidos conectando de hit tras promediar .358 en la Triple “A”. De sus primeros 32 inicios, 11 fueron como tercera base, nueve como intermedista, seis en el prado central, cinco en el izquierdo y uno en el derecho, dándole a Mattingly gran flexibilidad. Los Dodgers lo han usado preferentemente en el tercio inicial de la alineación y fundamentalmente como segundo bate.
“Me gustaría decir que lo teníamos en la mira, pero básicamente ni siquiera estaba en el roster [de 40 protegidos]”, analizó Mattingly para los lectores de nuestro hogar beisbolero. “Era un tipo que veíamos venir [en los Entrenamientos de Primavera] del campo de liga menor para consumir uno que otro turno. “Ha jugado bastante pelota y simplemente ha comenzado a encontrarse a sí mismo’’, definió el otrora popular primera base de los Yankees de Nueva York. Nos ha dado calidad en todos los aspectos, por su versatilidad y por brindarnos un ambidextro que ayuda a balancear nuestra alineación’’.
La calidad de Herrera era un secreto bien guardado en las Grandes Ligas, pero los que lo habían visto jugar en la República Dominicana con las Aguilas Cibaeñas sabían que Elián tenía las cualidades para aspirar a vestir un uniforme de las Grandes Ligas.“Pienso que no es una sorpresa’’, aseguró Joaquín Arias, quien acribilló a los lanzadores en el pasado campeonato invernal dominicano para ganar la corona de bateo con un contundente .387 y de paso fue el Jugador Más Valioso de ese certamen precisamente con las Aguilas.
Para Arias, rendidor suplente de cuadro con los Gigantes de San Francisco, era cuestión de que le dieran una oportunidad a Herrera.“Primeramente tiene la inteligencia, sabe jugar la posición en la que lo pongan en el cuadro o los jardines”, describió Arias. “Sabe lo que necesita hacer en las situaciones difíciles y eso es clave en las Grandes Ligas. Siempre juega con mucha intensidad, con corazón’’.
Manuel Mota se dio cuenta desde hace años del talento de su joven paisano. De hecho, aunque su propia humildad no le permite reconocerlo es obvio que el ex ilustre bateador y por tantos años formador de campeones como instructor tuvo mucho que ver para que los Dodgers lo tomasen en cuenta.“Lo más importante es que el dirigente le dio confianza para jugar”, describió Mota. “Cuando se lesionó Matt Kemp [gran estrella de los Dodgers] se le presentó el momento oportuno para enseñar lo que él puede hacer. Ha sido un pelotero muy valioso para nosotros’’.
La capacidad de Herrera para jugar en muchas posiciones vino a pedir de boca para los Dodgers no solamente por la baja de Kemp sino también al lesionarse el experimentado intermedista Mark Ellis.Por supuesto, un pelotero no llega por sí sólo. Necesita aprovechar la ayuda recibida en su camino hacia la meca de la pelota. Mota considera que el venezolano Carlos Subero, dirigente de Herrera en la Doble “A”, fue vital para que el dominicano de 27 años de edad alcanzase esa madurez necesaria para hacer el grado.
“Es un pelotero que estuvo a punto de ser licenciado’’, recordó Mota. “Tuvo mas de ocho años en las menores, pero siempre fue muy perseverante, aunque no se le consideraba como prospecto.“Un equipo de Grandes Ligas nunca completa toda la temporada con los mismos jugadores”, subrayó el legendario quisqueyano. “Y cuando se le presenta la oportunidad a un pelotero tiene que aprovecharla. Y Elián lo ha hecho’’.
Por su parte, el ambidextro de la tierra del merengue agradece a mucha gente por haberlo respaldado, comenzando por su padre y por su esposa, pero piensa que la bendición viene de mucho más arriba.“Cuando conocí al Señor hace dos años fue cuando entendí que no debía preocuparme”, expresó Herrera, un joven de profunda fe religiosa, en su conversación con Béisbol por Gotas. “Si iba a llegar era porque Dios me lo permitía, no porque yo lo quería. Ahora tomo las cosas con más calma. Salgo a divertirme, sin pensar en los resultados.
“Gracias a Dios esto me ha dado un resultado positivo en el área de la pelota y en la vida también’’, acentuó Herrera.
Su perseverancia le permitió ganar la batalla, pero no crea usted que todo fue color de rosa.
“Por momentos quizás quise tirar la toalla”, reconoció Herrera. “Quizás ya como que me daba por vencido, pero a la vez había personas que siempre estuvieron conmigo apoyándome en todo’’.
Asimismo, considera que su actuación en la pelota invernal dominicana fue enorme en su desarrollo como jugador.“Diría que eso me ayudó en un 90 por ciento en mi carrera’’, afirmó el pelotero de San Pedro de Macorís, cantera de muchas figuras del diamante. “Fue [con las Aguilas] cuando aprendí a jugar con un poquito más de presión, a aprovechar los momentos cuando se los dan a uno, a estar ready [listo] para los días que me pusieran a jugar.
“Tambien aprendí a ser el pelotero que yo era, del tipo de juego pequeño, de tratar de llegar a base lo más que pueda’’, dijo Herrera. “La República Dominicana me enseñó mucho. Estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron allá’’.
Sobre todas las cosas, tiene que agradecerle mucho al propio Elián Herrera, pase lo que pase el resto de su carrera en una especialidad que a veces puede traducirse en muchas altas y bajas, y en la que un pelotero puede ascender y descender unas cuantas veces antes de establecerse definitivamente.“Siempre trabajé duro, he aprendido de eso, a no ser una persona como vaga”, calificó el dominicano. “Pongo mi meta y trabajo y trabajo hasta que Dios me permita poder conseguirla’’.
Esa perseverancia debe ser un buen ejemplo para todos aquellos que ern algún momento hayan estado a punto de rendirse a la mitad del no siempre despejado camino hacia una meta en el deporte o en la vida.Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
Comentarios