Moscoso por mucho más con los A's en el 2012

Manolo Hernández Douen

Hace 365 días era apenas un novato de 27 años dispuesto a convertir un sueño en realidad.

Ahora todo el mundo beisbolero sabe que Guillermo Moscoso es un abridor bien confiable.

Guillermo Moscoso se reportará el 1 de febrero a los entrenamientos de las Grandes Ligas con miras a consolidarse como abridor sólido en la rotación de los Atléticos. (Foto: Michael Zagaris / Oakland Athletics)

Moscoso aprovechó a lo grande la oportunidad que le dieron los Atléticos de Oakland en el 2011, pero de ninguna manera va a reposar sobre los laureles alcanzados.

“Nunca me conformo con lo que tengo”, aseguró Moscoso a Béisbol por Gotas, desde su nativa Maracay, Venezuela, donde se prepara a todo vapor para la temporada del 2012. “La meta es darlo el todo por el todo para mantener el puesto’’.

Canjeado de los Rangers de Texas a los Atléticos hace un año –exactamente el 8 de enero del 2011- Moscoso no se imaginaba entonces que Oakland le daría la oportunidad anhelada de abrir juegos en el Béisbol de Lujo.

Era considerado como bien valioso por su nueva organización –la tercera en la pelota norteamericana para el derecho firmado por los Tigres de Detroit con miras al 2003-, pero fundamentalmente por su versatilidad para abrir o relevar.

Lo que nadie podía predecir entonces era que los Atléticos sufrirían tantas bajas en su rotación que Moscoso y otros serpentineros fueron subidos de las ligas menores a lo largo de la campaña. Y el venezolano rindió tanto en esa situación de emergencia que conservó su puesto aún después de que fueron retornando paulatinamente sus compañeros lesionados.

Su marca de 8-10 no refleja la clase de pelota que lanzó ya que recibió poca ayuda a la ofensiva de un equipo que terminó siete partidos por debajo de los .500, pero su efectividad de 3.38 en 23 encuentros, 21 como abridor, es buen indicativo de su aporte a la novena dirigida primero por Bob Geren y posteriormente por Bob Melvin.

En algunos pasajes de la temporada, Moscoso lució como un abridor dominante, con mucha más calidad de la que usualmente se espera de un quinto iniciador, como por ejemplo la ocasión en la que coqueteó con la inmortalidad el 7 de septiembre frente a los Reales de Kansas City en Oakland. Su paisano Salvador Pérez apenas logró el primer hit en su contra con dos outs en el octavo inning.

Debido a que sumó 174 episodios entre la Triple “A’’ (3-3 en nueve juegos, ocho como abridor) y las Grandes Ligas, la gerencia de Oakland le pidió que no lanzase en Venezuela.

“Me sentí raro, porque tenía cinco años seguidos con los Leones’’, señaló Moscoso desde la capital del estado Aragua. “Me dio tristeza [por la eliminación del Caracas], pero ese equipo tiene bastante talento y la temporada próxima va a ser mucho mejor’’.

Consultado al respecto por nuestro hogar beisbolero, el gerente general de los Atléticos, Billy Beane, se mostró satisfecho de que Moscoso hubiera seguido al pie de la letra las indicaciones recibidas por cuanto Oakland depende de su aporte ahora más que nunca después de haber canjeado a los abridores Trevor Cahill y Gio González a los Diamondbacks de Arizona y Nacionales de Washington, respectivamente.

“Me da mucha más confianza [el respaldo de Melvin y Beane]”, dijo el derecho. “Agradezco la fe que tienen en mí los Atléticos y se la quiero pagar con un buen trabajo.

“Me da como mucha más responsabilidad’’, expresó Moscoso al referirse a las transacciones de Cahill y González. “Me sorprendieron bastante [el taponero Andrew Bailey también fue cambiado, en su caso a los Medias Rojas de Boston] pero le deseo lo mejor a los que fueron canjeados. Gio es como un hermano mío’’.

Esas bajas serán bien sentidas por los Atléticos, pero Moscoso considera que Oakland tiene todavía elementos para armar una rotación efectiva.

En este sentido, vale apuntar que la novena dirigida por Melvin contará desde la aurora de la temporada con Dallas Braden, Brandon McCarthy y Moscoso, como candidatos a ocupar las primeras casillas de la rotación, no necesariamente en ese orden, con Tyson Ross, Josh Outman y Graham Godfrey en una situación similar a la que encaraba el venezolano en el 2011: en pos de cupos.

“Ahora hay muchos peloteros jóvenes que los Atléticos van a estar chequeando todo el año a ver si se ganan el puesto’’, comentó Moscoso.

Tres de esos jóvenes, Tom Milone, Jarrod Parker y Brad Peacock, adquiridos en las negociaciones por Cahill y González, figuran en el plantel de 40 peloteros de los Atléticos y el estelar Brett Anderson retornará de su operación a mediados de temporada.

Otra alternativa es el mexicano Edgar González, quien hilvanó efectividad de 3.21 en 14 aperturas en la Liga Mexicana del Pacífico y es iniciador clave de los Naranjeros de Hermosillo en la postemporada azteca.

Inclusive, hasta se pudiera producir una sorpresa si el dominicano Jordan Norberto, quien sobresale como abridor con los Leones del Escogido en la tierra del merengue, emerge del cuerpo de relevo de los Atléticos a convertirse en candidato a la rotación.

En otras palabras, Oakland aún tiene brazos a granel y por eso nadie puede darse el lujo de quedarse dormido como el camarón porque se lo puede llevar la corriente.

Por Moscoso no se va a perder la batalla, porque se presentará como navaja de barbero y bien tempranito –desde el 1 de febrero- a los venideros Entrenamientos Primaverales.

“He entrenado todos los días y ya el gimnasio es para mí como un hobby”, explicó Moscoso a través del hilo telefónico. “Estuve practicando con los muchachos [compañeros del Caracas]. Me estoy poniendo más fuerte con las pesas y cuento con un preparador físico personal. Tengo el mismo programa que le dan a todos los lanzadores de la organización’’.

“Me siento como nuevo”, proclamó el venezolano.

Cuando se incorpore a los Atléticos, ya no será el novato que hace un año iba a la conquista de un sueño. Ahora lo hará como el lanzador que conoce de su habilidad para abrir juegos en la meca de la pelota, con el objetivo de rendir como tal por muchas temporadas más.

Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.