Manolo Hernández Douen
Futuro suele ser la palabra usada más por los Marineros para describir a Michael Pineda
Michael Pineda bromea sobre sus habilidades para batear, pero enfrentarse al joven dominicano no es ningún chiste para los artilleros rivales. |
Pero el jovencito dominicano de 22 años de edad demuestra con sus faenas que el porvenir es YA.
Dotado de una recta meteórica y de la pasmosa capacidad para combinarla con sus envíos rompientes como si fuera un serpentinero con gran experiencia, Pineda fue una de las la sensaciones jóvenes de la primera mitad de la campaña del 2011 en el Béisbol de Lujo.
“Una de las mejores cosas que tiene es que es capaz de tirar sus envíos rompientes aún cuando está debajo en la cuenta de bolas y strikes”, analizó Bob Melvin, cuyos Atléticos de Oakland fueron la presa de la octava victoria de Pineda. “Estoy seguro de que esperan cosas grandiosas de él”.
Eso es cierto. Eric Wedge, piloto de los Marineros, hablaba maravillas en abril sobre el porvenir de Pineda y lo que ha hecho Michael en la campaña reafirma su criterio optimista sobre el jovencito de Yaguate, municipio de San Cristóbal, República Dominicana.
“Ha lucido como un pitcher bien maduro para su edad a lo largo de la temporada”, aseguró Wedge. “Y tiene la capacidad para echar el resto cuando hace falta”.
Cuando comenzaba la temporada, Béisbol por Gotas le preguntó a Wedge sobre Pineda y la respuesta giró en torno a su potencial y a su habilidad atlética, algo poco común para un beisbolista de su corpulencia física y sus 6 pies y 7 pulgadas (2.03 metros) de estatura.
Tres meses más tarde, Wedge es el primero que admite a un humilde periodista latino que Pineda ha superado todas las expectativas que Seattle tenía puestas en sus habilidades.
“No creo que nadie esperaba que él hubiera podido lograr todo lo que ha hecho”, contestó Wedge. “Sabíamos de lo que era capaz, pero uno nunca sabe qué calcular de un pelotero que está en su primer año en las Grandes Ligas.
“Michael ha sobresalido, se maneja a sí mismo muy bien, ha sido consistente, tiene gran disposición para sumar entradas y su pericia ha sido buena”, analizó Wedge para los lectores de esta columna. “Algo [positivo] pasa cada vez que se sube a la lomita”.
Se le pide a Wedge comparar al gigantesco derecho de la tierra del merengue con algún otro prospecto de la lomita que él haya podido tener en su trayectoria como dirigente, pero el manager de la novena de Seattle se queda sin palabras al tratar de encontrar en su memoria otro ejemplo parecido en algún jovencito que él haya tenido bajo su timón.
“Realmente no, por lo menos entre los que he dirigido, porque es tan grande y tan fuerte”, subrayó Wedge. “Tal vez CC [Sabathia] pero él es zurdo”.
Desde su posición, el paracorto Brendan Ryan tiene también muchos elogios para Pineda.
“Es un ser humano bien grande, con una recta fabulosa”, calificó Ryan. “A veces necesita un par de entradas en un juego para encontrarse con su slider, pero cuando lo hace es buenas noches para los bateadores”.
Tan rendidor ha sido Pineda en su primera temporada que ya se habla que pudiera ser el primer Novato del Año de la Liga Americana de los Marineros desde el sensacional japonés Ichiro Suzuki en el 2001.
Verlo lanzar es frotarse las manos de la satisfacción al pensar que Pineda pudiera ser otro gran serpentinero latinoamericano en la meca de la pelota.
Observar sus estadísticas es palpar que a lo mejor los que predijeron cosas extraordinarias para Pineda pudieran no estar equivocados.
La novena de Seattle acaba de informar que Pineda es el primer Novato con 100 ó más ponches antes del Juego de las Estrellas y eso de por sí es extraordinario.
De día es un hueso bien duro de roer, ya que tiene 3-0, 1.41 bajo la luz solar. Y que no se diga que trabaja bien solamente en su patio porque como visitante su efectividad es 2.72. A los equipos de la propia División Oeste de la Liga Americana los tiene maniatados en 2.88.
Con el tiempo pudiera conformar una de las combinaciones de abridores más efectiva de las Ligas Mayores con el venezolano Félix Hernández, Cy Young reinante de la Americana.
Por cierto que al tremendo lanzador venezolano no le parece raro que haya rendido tanto su joven colega.
“No me sorprende para nada, porque tiene muy buen material”, explicó Hernández. “Ha trabajado bien fuerte para llegar a donde está y con esas condiciones que tiene va a lograr muchos triunfos”.
Uno imagina que los consejos de Hernández tienen que valer una tonelada para Pineda, pero el derecho de Valencia, Venezuela, es modesto al respecto.
“Par de cositas nada más”, es la respuesta de Hernández, al preguntársele sobre cómo ha aconsejado al promisorio derecho dominicano. “Con lo que ha venido haciendo, él se ha venido ganando su propio nombre”.
Si todos están contentos con Pineda, imagínese usted lo feliz que está el jovencito que debutó en el profesionalismo a los 17 años de edad en la liga de verano dominicana y que un par de temporadas más adelante ya estaba en las ligas menores norteamericanas.
“Me siento muy contento, porque he hecho mi trabajo”, indicó el hombre que depende fundamentalmente de su recta, de su slider y de su cambio. “He lanzado buenos juegos.
“Me ha gustado que he podido ir perfeccionando todos mis pitcheos”, describió Pineda. “Creo que me estoy haciendo un mejor lanzador. Aprendo de cada salida que tengo”.
Por supuesto, uno no puede dejar de preguntarle a Pineda si se ha sorprendido a sí mismo con todo lo que ha logrado en el 2011. La respuesta se produjo repleta de sinceridad.
“En realidad, me siento muy contento de mí mismo”, dijo Pineda, esbozando una amplia sonrisa. “Le doy gracias a Dios porque me han salido las cosas bien.
“Siempre he trabajado duro para poder hacer estos números en las Grandes Ligas porque ese era mi sueño”, enfatizó Pineda.
“Ahora lo que me queda es seguir trabajando duro para terminar la temporada fuerte y con buenos números”, puntualizó la promesa convertida en realidad.
El tiempo dirá la palabra final en torno a lo que se vislumbra como una tremenda carrera.
Entretanto, nadie puede culpar a cada uno de los integrantes del alto mando de los Marineros por ver con una sonrisa de oreja a oreja las aperturas de su candidato al Novato del Año.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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