Manolo Hernández Douen
Martín Prado fue mucho más que un pelotero crucial para los Bravos de Atlanta en el 2010 al punto de que sus números se quedan cortos para describir su valía.
Antes del segundo juego de la Serie Divisional en San Francisco |
Simple y llanamente, quedó demostrado que es irremplazable.
“Es probablemente nuestro Jugador Más Valioso”, aseguró el manager de los Bravos, Bobby Cox, lamentando la ausencia del venezolano, quien quedó fuera de la postemporada el pasado 27 de septiembre, al lesionarse la cadera izquierda y sufrir un desgarre muscular en esa área. Le prescribieron dos meses de descanso.
Cox tiene un diccionario completo de elogios para describir a Prado.
“Hace mucha falta un pelotero que es bueno tanto a la defensiva como a la ofensiva”, comentó el experimentado dirigente, que se retira este año como tal.
De hecho, Cox deseaba que Prado viajase con el equipo a San Francisco para que pudiera ser de ayuda moral a sus compañeros de equipo.
“Deseaba fervientemente que él pudiera viajar a San Francisco, pero no pude convencer a los doctores para que se lo permitieran”, explicó Cox.
Aparte de todos los intangibles que aportó a los Bravos, sus números fueron extraordinarios.
Durante la mayor parte de la temporada, Prado, titular en la intermedia con la capacidad de defender con seguridad la antesala, lideró la Liga Nacional tanto en promedio de bateo como en hits disparados.
A la postre, Prado cerró con porcentaje de bateo de .307, con 40 dobletes, 15 jonrones, 100 carreras anotadas y 66 impulsadas. Sus 184 hits le permitieron concluir la temporada de cuarto en el Viejo Circuito. La mayoría de estas estadísticas son cifra tope de su trayectoria en la meca de la pelota.
Sus compañeros ciertamente valoran en grado sumo el aporte del nativo de Maracay, quien cumple 27 años de edad el 27 de octubre.
“Nos hace falta una tonelada”, conceptuó el poderoso receptor Brian McCann, cuarto bate de la alineación de los Bravos. “No puede ser reemplazado. Usted no puede sustituir a un jugador estelar que promedia .310, .315.
“Hemos tenido que hacer un gran trabajo, batallando cada día [en la recta final de la campaña], logrando un gran pitcheo, por perderlo tanto a él como a Chipper Jones en el tercer turno”, manifestó McCann. “Sí, esos tipos definitivamente hacen falta”.
La ausencia del venezolano se acentuó si se toma en consideración que en el 2010 bateó para .500 frente a los Gigantes y que de por vida promedia .326 ante la novena de San Francisco.
Sin Prado ni Jones, sempiterno baluarte del ataque de los Bravos, la novena simple y llanamente no pudo con el pitcheo de los Gigantes, el mejor de las Ligas Mayores (3.36) en promedio de carreras limpias permitidas en el 2010, y cifra tope de la franquicia norcaliforniana desde 1989.
Y la falta de esos dos talentosos jugadores de cuadro se acentuó mucho más todavía en el hecho de que Brooks Conrad no hizo el grado a la defensiva al punto de cometer tres errores en un solo encuentro en la intermedia.
Le queda a los Bravos el consuelo, empero, de saber que en Prado, quien apenas tiene temporada y media como titular, cuentan con un pelotero sólido con miras al porvenir.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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