Manolo Hernández Douen
Los Filis se preparan para los juegos 3, 4 y 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en San Francisco. |
Los Filis de Filadelfia sabían exactamente lo que buscaban al firmar a Plácido Polanco: un profesional a carta cabal que sabe lo que se necesita hacer para ganar.
Y el experimentado pelotero de la tierra del merengue no los ha defraudado. Todo lo contrario.
Polanco pegó los batazos clave para impulsar dos carreras enormes cuando el segundo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional estaba bien cerradito y Filadelfia cuenta de nuevo con su valía a la hora buena al reanudarse la contienda ante los Gigantes en el AT&T Park de San Francisco.
“El bateo de Polanco no me ha sorprendido para nada”, aseguró el manager de los campeones reinantes de la Liga Nacional, Charlie Manuel. “Sabía que podía batear cuando lo readquirimos. Puede hacer mucho con el madero y unas cuantas cosas más”.
Entre esas cosas extra que hace Polanco figuran algunas que no figuran al día siguiente en el box score oficial, como batear detrás del corredor para adelantarlo una base, aún a sabiendas de que eso afecte su propio promedio cuando es retirado en jugada de selección o fielder’s choice.
Esa es una de las muchas cosas del porqué este dominicano que cumplió 35 años de edad la semana pasada es considerado en las Grandes Ligas como el prototipo del pelotero de equipo.
Los Filis sabían eso desde que formó parte de sus filas del 2002 al 2005, y por eso es que se reforzaron con sus servicios a la primera oportunidad en la que estuvo disponible en el mercado.
“Es un pelotero ganador, un tipo de jugador que hace todo lo necesario para que su equipo salga adelante, tanto a la defensiva como a la ofensiva”, analizó el gerente general de los Filis, Rubén Amaro Jr., al elogiar al dominicano en entrevista para Béisbol por Gotas. “Nos ha dado exactamente lo que necesitábamos cuando lo firmamos [el pasado 12 de diciembre]”.
Amaro se la jugó con Polanco al anticipar que el nativo de Santo Domingo podría retornar a la esquina caliente luego de ser un intermedista titular en sus temporadas previas con los Tigres de Detroit.
“Sabíamos que lo podía hacer, porque ya lo habíamos visto, primero con los Cardenales de San Luis y luego con nosotros”, expresó el otrora pelotero Amaro, a su vez hijo del ex jugador, manager y coach del mismo nombre. “Tiene habilidad que le permite rendir en muchos aspectos”.
Esa capacidad la puso de manifiesto Polanco al defender cuatro posiciones diferentes en el 2005 sin cometer marfilada alguna.
Por supuesto, es más famoso por su capacidad en la segunda base, posición en la que ganó dos Guantes de Oro en la Liga Americana (2007 y 2009).
“Su defensa [en la esquina caliente] ha sido una sorpresa”, confesó Manuel. “Perdimos un tipo como [el dominicano] Pedro Féliz –actualmente con los Astros de Houston- quien era muy bueno a la defensiva y este hombre pasó directamente [de la segunda] a la tercera y ¿saben qué?, no creo que hayamos cedido terreno. Creo que Féliz tenía un brazo un poco más fuerte, pero aparte de eso, los dos son muy buenos. Polanco realmente ha sobresalido”.
Jugar excelente defensa, conectar batazos clave y adelantar corredores le han permitido a Polanco, debutante en las Grandes Ligas con los Cardenales en 1998, ganarse el respeto de tirios y troyanos, pero sus atributos van más allá si se toma en cuenta lo que aporta a sus compañeros.
“Trato de coger algo de la información de toda esa gente como él que tiene tanta experiencia”, comentó el receptor panameño Carlos Ruiz, refiriéndose al aporte de Polanco. “Es un tremendo bateador y lo ha sido por muchos años. Los números no mienten.
“Es un pelotero de clutch [situaciones de apremio]”, calificó Ruiz. “Me fijo en su habilidad de batear por el medio del terreno y hacia la banda contraria, y tratar de conectar la bola con la misma mentalidad me ha dado muy buenos resultados”.
Un vistazo a esos “números que no mienten” a los cuales se hace referencia Ruiz traen a colación el hecho de que Polanco, aparte de ser el prototipo de un pelotero de equipo, tiene poco o nada que envidiarle a los principales artilleros de ambas Ligas Mayores.
Su promedio global de en las Grandes Ligas está por encima de los .300, incluyendo un sensacional 2007 en el que bateó 200 imparables y redondeó un extraordinario .341 con los Tigres.
Y que rinda en los momentos cruciales de una postemporada tampoco es algo extraño porque vale recordar que fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato del 2006, cuando demolió a los Atléticos de Oakland con un fabuloso porcentaje de .529.
En otras palabras, es exactamente lo que necesitan los Filis en su duelo con los Gigantes porque se trata de una serie en la que impera el pitcheo. Y por eso Manuel no titubea al utilizarlo como segundo o tercer bate en una alineación repleta de excelentes artilleros.
“Es un pelotero bueno, sólido”, insistió Manuel. “Es consistente poniendo la pelota en juego, la golpea con fuerza con la parte gruesa del bate y le baja la cantidad de ponches a nuestra alineación”.
¿Qué mejor manera de definir un prototipo de pelotero de equipo?
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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