Manolo
Hernández Douen
El Béisbol de Lujo se engalanó por la lluvia de ases que
cayó en 2014 en Cooperstown.
Pedro Martínez pondrá de fiesta a la República Dominicana al entrar a Cooperstown en su primera oportunidad de elegibilidad (Foto: cortesía de Julie Cordeiro/Boston Red Sox). |
El nuevo sendero correspondiente a la ceremonia de 2015 viene
también rico en figuras.
Sí. Los resultados de la elección correspondiente van a
dejar como saldo la entrada al Salón de la Fama de varias estrellas de la era
más reciente de la pelota.
Y dos, quizás tres de esas luminarias van a disfrutar del privilegio
en su primera oportunidad de elegibilidad, es decir apenas cinco años después
de colgar sus spikes como peloteros activos.
A la cabeza de los nuevos nominados del Templo de los
Inmortales figuran dos de los serpentineros más relevantes de la historia, uno
derecho, otro zurdo, y como lo hicieran Greg Maddux y Tom Glavine en la
votación más reciente no hay ninguna duda de que ambos serán inquilinos del
famoso recinto.
El derecho le va a dar a Latinoamérica uno de sus momentos
más impactantes en la historia del Salón de la Fama. Se trata de Pedro
Martínez, orgullo de la República Dominicana, cuna de otro gran lanzador, Juan
Marichal, que espera con los brazos abiertos a Pedro el Grande en Cooperstown.
A diferencia de Marichal, Martínez va a entrar en su primera
oportunidad de elegibilidad, algo que no ha logrado ningún serpentinero
latinoamericano. Ese honor le correspondió previamente al puertorriqueño
Roberto Clemente, por voto especial debido a su tráfico fallecimiento, y al
panameño Rod Carew, cinco años después de retirarse.
Una trayectoria extraordinaria de 219-100 y efectividad
global de 2.93 de 1992 a 2009 define apenas parte de la historia gloriosa del “hermano
menor de Ramón”.
Nueve veces ponchador de más de 200 bateadores, Martínez
hizo víctimas de los strikes a 3,154 artilleros en 2,827 episodios, logrando
313 en 213 innings en 1999, la que fuera sin duda su mejor campaña desde el
punto de vista estadístico.
En aquella contienda con los Medias Rojas de Boston,
Martínez redondeó una fantástica marca de 23-4, con efectividad de 2.07, para
obtener el segundo de tres Cy Young.
Al ocho veces participante en el Juego de las Estrellas le
tocó la satisfacción de ser parte integral de aquellos Medias Rojas que
hicieron historia al venir de abajo frente a los Yankees de Nueva York luego de
estar 0-3 en la Serie de Campeonato de 2004, repunte que nunca había ocurrido,
y posteriormente ceñirse el anillo de campeón de la Serie Mundial al fulminar
los Patirrojos la Maldición del Bambino.
Debutante en la Gran Carpa con los Dodgers de Los Angeles en
1992, Martínez comenzó a sobresalir como abridor al hilvanar 11-5 en 1994 con
los Expos de Montreal, equipo con el que ganaría un Cy Young con 17-8
(1.90) y 305 ponches en 241.1 entradas.
Pocos lanzadores de la era moderna han sido tan dominantes
como este veloz derecho de la tierra del merengue, que también lanzó con los
Mets de Nueva York y los Filis de Filadelfia y que entraría a Cooperstown con
la gorra de Boston, novena con la que ganó el Cy Young consecutivamente en
1999-2000.
“Creo que si uno está saludable es capaz de hacer
cualquier cosa”, dijo alguna vez la sensación dominicana. “No hay nadie que le
pueda dar salud a uno sino Dios y pienso por eso que Dios me está escuchando”.
Gracias al Creador, entonces, por darnos a uno de los
mejores lanzadores de la historia, a punto de entrar a Cooperstown con el mejor
WHIP o promedio de hits más boletos (1.05) por entrada de un abridor en la era
de la “bola viva”.
Si bien es cierto que Martínez fue un derecho dominante,
poco o nada tiene que envidiarle Randy Johnson, La Gran Unidad, el zurdo
monumental que va a acudir de la mano del quisqueyano al recinto de los
famosos.
De hecho, las abrumadoras estadísticas del zurdo de la recta
relampagueante y slider venenosa son inclusive más contundentes que las de
Martínez y eso pudiera significar que sea el pelotero que logre la mayor
cantidad de votos en la presente elección de los cronistas elegibles de la
Asociación de Periodistas Especializados en Béisbol o BBWAA por sus siglas en
inglés.
Récord de 303-166 y efectividad de 3.29 de 1988 a 2009,
incluyendo cinco premios Cy Young y la impactante cantidad de 4,875 ponchados
brindan al zurdo de 2.10 metros una de las hojas de servicios más brillantes de
todos los tiempos.
Participante en 10 Juegos de Estrellas, caracterizado por
sus rectas que llegaban al plato a 100 millas por hora y ganador de la Serie
Mundial de 2001 con los Diamondbacks de Arizona, Johnson ponchó a 300 ó más en
seis ocasiones diferentes y fue el autor de dos juegos sin hits ni carrera,
incluyendo uno de apenas 23 partidos perfectos en la historia.
El serpentinero que vistió los uniformes de los Expos,
Marineros de Seattle, Astros de Houston, Diamondbacks, Yankees y Gigantes de
San Francisco, es conceptuado como uno de los zurdos más esplendorosos y, al
igual que Martínez, es un candidato sólido a entrar a Cooperstown en su primera
oportunidad.
Un tercer candidato es John Smoltz, cuyas credenciales son
impresionantes y si acaso se queda corto no sería por la contundencia de las
mismas sino porque palidecen en comparación a las de sus famosos colegas
citados arriba.
La carta de presentación de Smoltz es su tremenda
versatilidad ya que fue capaz de acumular marca de 213-155, incluyendo 24-8 en
1996 con los Bravos de Atlanta, así como también de hilvanar 154 salvados, destacándose los 55 logrados en la campaña de 2002.
Ganador del Cy Young en 1996, el integrante de la elitesca
lista de los que han ponchado 3,000 (3,084) es el único con 200 victorias o más
y 150 salvados o más.
El lanzador derecho que ganó el Premio Roberto Clemente en
2005 e intervino en ocho Juegos de las Estrellas pudiera unirse a sus famosos
compañeros de los Bravos, Maddux y Glavine, y a su dirigente Bobby Cox, que
entraron en la elección más reciente.
No es nada fácil que entren dos peloteros elegibles por
primera vez en un mismo comicio de BBWAA. De hecho, cuando Maddux, Glavine y el
poderoso Frank Thomas lo hicieron en 2014 era apenas la tercera vez que eso
ocurría. Johnson, Martínez y Smoltz pudieran repetir esa hazaña en 2015.
A falta de un artillero de la talla de Thomas, el boricua
Carlos Delgado y Gary Sheffield entran por primera vez a la votación con la
posibilidad de arrastrar muchos simpatizantes, pero sería bien difícil que
lograsen el quórum del 75% en las papeletas respectivas.
Si acaso entra un cuarto candidato pudiera ser Craig Biggio,
que va a su tercera elección luego de quedarse prácticamente en la raya (74.8%)
en su más reciente.
Vale apuntar que en esta ocasión se reduce de 15 a 10 años
la cantidad de tiempo en la que un pelotero puede ser elegible a recibir votos
de la BBWAA, aunque se harán excepciones en casos como el de Don Mattingly, en la lista por 15ta oportunidad.
Los nombres de los que serán exhaltados a Cooperstown en
2015 serán dados a conocer el 6 de enero. Johnson y Martínez entrarán con
seguridad, con Smoltz y Biggio posiblemente como acompañantes.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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