Manolo Hernández Douen
Un dirigente lo califica como un enorme dolor en la parte
baja de la espalda.
Su mánager en las Grandes Ligas lo cataloga como bien
adelantado para su edad.
Seguro a la defensiva e impactante a la
ofensiva: así es Elvis Andrus. Y todavía le sonríe la flor de la juventud.
(Foto: cortesía de Kelly Gavin, Texas Rangers Baseball Club).
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Y
dicho pelotero está feliz de poder demostrarle al mundo el talento
que Dios le dio, agradecido de estar con un equipo que lo aprecia y lo
tiene firmado por muchos años.
Se
trata, por supuesto, de Elvis Andrus, paracorto de los Rangers de Texas que a
sus 24 años tiene poco o nada que envidiarle a los mejores de su
posición en el Béisbol de Lujo.
“Es
un dolor [donde se sienta uno] y usted le puede decir que yo dije eso”, definió
a manera de respeto supremo Bob Melvin, Mánager del Año reinante de la Liga
Americana, al contestar una pregunta de Béisbol por Gotas sobre el joven campo
corto de la tierra de Simón Bolívar. “Es un gran competidor”.
El
comentario de Melvin generó una carcajada de otros periodistas que lo
escucharon, pero esa es una forma pintoresca de describir a un oponente tan
calificado como lo es Andrus en los diferentes aspectos del juego.
“Pega
hits enormes”, prosiguió Melvin. “Es un buen bateador situacional. Maneja muy
bien el madero. Realiza bien la jugada de bateo y corrido. Es uno de los
paracortos más completos que hay ahora en la pelota.
“Es
demasiado malo que esté en nuestra misma División [el Oeste de la Liga
Americana] porque lo tenemos que enfrentar bastante”, expresó el piloto de los
Atléticos de Oakland. ''Es muy buen jugador, un pelotero impactante’’.
Por
supuesto, a Ron Washington, dirigente de los Rangers, no le sorprende para nada
que Andrus maraville al resto del planeta.
Washington
lo tiene en su plantel desde que el otrora prospecto de los Bravos de Atlanta
promedió .267 en su primer año con los
Rangers, cuando perdió el derecho a ser el Novato del Año de la Liga Americana
en cerrada votación con Andrew Bailey, el taponero de Oakland en aquellos momentos.
“Ya
era un pelotero joven de calidad cuando lo adquirimos”, contestó Washington a
Béisbol por Gotas, refiriéndose a uno de los mejores canjes en la historia de
los Rangers, que el 31 de julio de 2007 sumaron, entre otros, al relevista/abridor
dominicano Neftalí Féliz, al abridor Matt Harrison,al receptor Jarrod
Saltalamacchia y a Andrus –todos destacados jugadores de carpa grande- a cambio
del primera base estelar Mark Teixeira y el relevista Ron Mahay.
La
novena de Texas veía en Andrus, integrante de una familia venezolana en la cual
reina el deporte, como su paracorto del futuro, al punto de que mudó al estelar
Michael Young a la esquina caliente, y se cercioró de que el entonces novato se
puliera adecuadamente en la Gran Carpa al adquirir al legendario paracorto venezolano
Omar Vizquel para que fuera un valioso suplente de cuadro y a la vez su tutor.
“Elvis
tenía la visión de juego que usted no encuentra en peloteros tan jóvenes”,
describió Washington. “Hacía cosas en el terreno que uno no creía que un
muchacho de 20 años de edad fuera capaz de hacer. Eso viene del trasfondo que
ha tenido, al ser rodeado por tantos profesionales en Venezuela, Atlanta y
ahora en Texas”.
Tanto
destacaba Andrus que a sus 21, 22, 23 años de edad generó comparaciones –de
acuerdo a Baseball Reference- con Alan Trammell, otrora paracorto de lujo de
los Tigres de Detroit que se mantiene como un candidato para ser exaltado
quizás algún día al Salón de la Fama. Eso se debe a lo duro que trabaja para
mejorar.
“Es
un pelotero ganador y ya lo era cuando lo adquirimos”, proclamó Washington. “Tiene la
disposición de que quiere ser el hombre en el plato a la hora buena o el
fildeador que desea que la bola sea bateada hacia él en los momentos
cruciales. Usted no nota esas cosas en muchos jóvenes.
“Y no
toma nada por seguro, lo cual es la razón por la cual ha ido mejorando y por la
que seguirá mejorando”, recalcó con orgullo Washington.
La fanaticada aprecia la calidad y entrega de Andrus en el diamante. En el primer escrutinio de votos para el Juego de las Estrellas del 2013, revelado el 3 de junio, encabezaba a los paracortos del joven circuito con 727,555.
El progreso se nota en Andrus en todos los aspectos de su juego. Su promedio de por vida ha subido a .275 y es tan útil en todo sentido que ha sido capaz varias veces de robar 30 ó más bases e impulsar 60 ó más carreras desde los puestos 1-2 de la alineación, señales evidentes de su versatilidad a la ofensiva.
El progreso se nota en Andrus en todos los aspectos de su juego. Su promedio de por vida ha subido a .275 y es tan útil en todo sentido que ha sido capaz varias veces de robar 30 ó más bases e impulsar 60 ó más carreras desde los puestos 1-2 de la alineación, señales evidentes de su versatilidad a la ofensiva.
Con
el guante le llega prácticamente a todo y el fusil que tiene por brazo
garantiza que ese alcance tenga cada vez un desenlace positivo al realizarse el
out respectivo en la inicial.
Todo
lo hace con una enorme sonrisa a flor de labios, lo cual es un sello de
familia. Así eran, que en paz descansen, su padre, Emilio, y su tía, Patricia,
atletas internacionales venezolanos, con los que un humilde periodista tuvo el
privilegio de contar entre sus compañeros de equipo o de selecciones a
campeonatos nacionales de pista y campo. Así era su padrino, el inolvidable
decatlonista Héctor Thomas, un grande
entre los olímpicos latinoamericanos de toda la historia.
No se
equivoque. Debajo de esa sonrisa de muchacho bueno, Elvis lleva su
pintura de guerra bien puesta a la hora de representar con dignidad el uniforme de los
Rangers y a su querida Venezuela.
“Por
supuesto, me siento orgulloso, bendecido por la oportunidad, por la dicha de lo
que está pasando en mi carrera”, declaró Andrus a Béisbol por Gotas, con
relación al respaldo que recibió de la organización de Texas al firmar un
jugoso pacto que le mantendrá vinculado al equipo hasta el 2022, posiblemente
al 2023. “A la misma vez contento, bien entusiasmado por lo que viene en el
futuro para mi persona.
“De
la misma manera hay que seguir batallando con los nuevos retos que se me
presentan”, subrayó Andrus, que al arrancar la jornada del 4 de junio bateaba
-pese a molestias recientes en la espalda- para .260, con 14 bases robadas en 16 intentos. En un encuentro de mayo logró una marca
personal en las Grandes Ligas con cinco hits frente a los temibles Tigres
de Detroit.
El joven venezolano es una de las razones del por qué los Rangers comenzaron el mes de junio instalados en la cima del Oeste de la Liga Americana.
“Gracias
a Dios he venido mejorando y he puesto mejores números a la ofensiva, y espero
que este año no sea una debacle”, indicó Andrus en su conversación para los
lectores de nuestro humilde hogar beisbolero.
“En
realidad siento que he aprendido mucho en los últimos años más que todo viendo
a mis compañeros, como Adrián [Beltré], Ian [Kinsler], Nelson [Cruz]. Es como
una enfermedad que te da aquí en este equipo”.
Su
meta como beisbolista es clara y contundente: “tratar de ser mejor pelotero
cada año, que es lo más importante”.
Atrás quedaron los comentarios de que Andrus
pudo haber sido canjeado para abrirle cupo al curazoleño Jurickson Profar,
quien inició el 2013 bajo el calificativo de ser el mejor prospecto de las
Grandes Ligas.
“Son
rumores, eso es parte de la pelota, desde que llegué las Grandes Ligas
mayormente siempre he estado [envuelto] en rumores”, comentó el venezolano cuyo
hermano, Erold, también ha sido un destacado pelotero profesional. “A veces es
bueno. Eso quiere decir que hay muchos equipos que están interesados, quiere decir
que estamos haciendo el trabajo.
“Me
hace sentir más cómodo [el contrato nuevo] saber que vas a estar con una
organización que te gusta, que te quiere, que te ha dado tanto apoyo por tanto
tiempo”, manifestó el veloz bateador derecho. “Es muy cómodo, pero a la vez hay
muchos retos por delante”.
Uno
de esos retos es ayudar a los Rangers a ganar su primera Serie Mundial, luego
de llegar a la misma tanto en 2010 como en 2011, ocasiones en las que los
Gigantes de San Francisco y los Cardenales de San Luis, respectivamente, se
llevaron la corona absoluta.
“Lo
primero es llegar y creo que eso es lo más difícil”, analizó Andrus. “Una vez
que estemos allí pienso que tenemos la suficiente experiencia de esas dos
Series Mundiales para afrontar lo que sería un nuevo reto para nosotros. Espero
que a la tercera sea la vencida”.
Ya ha
disfrutado del placer de ser campeón en su patria con los Navegantes del
Magallanes, confeccionando un lado izquierdo del cuadro de lujo con su paisano
Pablo Sandoval, antesalista de los Gigantes.
“Hace
tres años llegamos de segundo, perdimos en la final, pero esta vez [la
temporada 2012-13] la ganamos”, dijo satisfecho el joven pelotero
venezolano.
Le queda un amplio camino por recorrer a este valioso paracorto de los Rangers, pero una cosa es cierta: no va a rendirse en su esfuerzo por lograr lo mejor de su gran capacidad como pelotero.
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