Manolo Hernández Douen
Nadie les promete un puesto seguro en las Grandes Ligas para la venidera temporada.
Héctor Sánchez rindió una barbaridad con los Tiburones en Venezuela. Le espera un futuro brillante en las Grandes Ligas (Foto: Héctor Castillo/Ultimas Noticias) |
Pero no les sorprenda que ambos ayuden a su equipo en algún momento clave del 2012.
Son ellos Héctor Sánchez y Grégor Blanco, que disfrutaron de actuaciones brillantes para ser clave a que sus Tiburones de La Guaira tuvieran una fabulosa temporada regular 2011-12 y estarán presente en los entrenamientos de los Gigantes de San Francisco.
Sánchez sorprendió a tirios y troyanos en el 2011 al subir directamente de la Clase “A’’ al Béisbol de Lujo, y figura en el plantel de 40 peloteros protegidos por los campeones de la Serie Mundial del 2010.
Blanco, pelotero con experiencia en las Grandes Ligas con los Bravos de Atlanta y Reales de Kansas City que se ha recuperado de manera magistral de una operación en la muñeca izquierda, firmó un pacto de las ligas menores y entrenará como invitado al campo principal de los Gigantes en Scottsdale, Arizona.
La temporada de ambos en Venezuela es un claro indicativo de que acudirán muy bien preparados tanto física como mentalmente.
Poco antes de irse a Venezuela, Sánchez declaró a Béisbol por Gotas que estaba “bien emocionado’’ por jugar por primera vez en la exigente pelota invernal y ciertamente demostró que es hombre de su palabra al defender con alma y corazón la franela de los escualos.
El promisorio receptor, artillero ambidextro de apenas 22 años de edad, bateó para .339, con embasamiento de .402, nueve jonrones y 40 impulsadas en 177 turnos, entre otras cifras sobresalientes que le permitieron ganar de manera casi unánime (figuró en todos los votos, con excepción de uno) el título Novato del Año de la Liga Venezolana.
A un humilde servidor le parece que lo más significativo de Sánchez es su habilidad para impulsar carreras, ya que remolcó 125 en total entre la Clase “A’’, la Triple “A’’, las Grandes Ligas y los Tiburones.
Su paisano y tercera base de los Gigantes, Pablo Sandoval, adelantó que “se pierde de vista’’ como bateador, al preguntársele por Sánchez mucho antes de que el joven fuera subido.
La novena de San Francisco sabe que en Sánchez tienen un bate de altos quilates.
“Siempre dije que fue el pelotero de nuestra organización que mejor progresó en el 2011”, confirmó recientemente el dirigente de los Gigantes, Bruce Bochy. “Y puede hacer impacto en los venideros Entrenamientos de Primavera”.
Consultado por Béisbol por Gotas con respecto al nativo de Maracay, el gerente general de los Gigantes, Brian Sabean, opinó una vez terminada la campaña de Grandes Ligas que Sánchez tiene gran potencial, pero lució un tanto verde en las Ligas Mayores y necesitaría arrancar el 2012 en las ligas menores.
La divisa de San Francisco considera que Sánchez necesita trabajar más como careta. Por eso su alto mando no titubeó a la hora de darle permiso para alinear con los Tiburones.
Un experto que vio al venezolano en las ligas menores le comentó a Béisbol por Gotas que los disparos de esta promesa a las bases son potentes, pero un tanto desviados por no afianzarse bien aún con las piernas a la hora de hacerlos. El hecho de que fue seleccionado Receptor del Año en Venezuela es un indicativo de que ha adelantado al respecto.
El plan maestro de los Gigantes es abrir en la receptoría con Buster Posey, Novato del Año de la Liga Nacional en el 2010 antes de perderse más de la mitad del 2011 a consecuencia de una terrible lesión en la parte baja de la pierna izquierda sufrida por encontronazo en el plato a fines de mayo con el jardinero Scott Cousins, de los hoy llamados Marlins de Miami.
Sin embargo, Posey será descansado con relativa frecuencia por razones obvias y se calcula que juegue cierto porcentaje de cotejos como primera base.
Por eso será vital para Bochy contar con un sólido receptor suplente y para ello cuenta con Eli Whiteside y Chris Stewart, quienes se repartieron esa función al lesionarse Posey.
Allí es donde encaja Sánchez. Whiteside, el hombre que le recibió el sin hits ni carreras al boricua Jonathan Sánchez en el 2009, tiene toda la confianza de Bochy por su habilidad como receptor y Stewart cuenta con excelente brazo, pero ninguno de los dos es virtuoso al bate.
En otras palabras, si Sánchez impresiona a Sabean y Bochy a la defensiva pudiera subir mucho antes de lo imaginable luego de foguearse como receptor por uno o dos meses en Triple “A’’ al igual que lo hizo Posey en el 2010.
Su porvenir luce claro y sólido. Su disposición para trabajar fuerte y aprender los secretos de su ardua profesión constituye su principal arma. Es sólo cuestión de paciencia y esfuerzo para que sea este mismo año el lugarteniente de Posey.
A Blanco se le plantea el panorama un poco más duro, pero probó en Venezuela que nada es imposible para un pelotero que tenga deseo, fervor competitivo y, sobre todo, talento.
Con .337, promedio de embasamiento de .478 –ancló por lo menos en la inicial o mejor en casi la mitad de las veces que se paró en el plato, algo impresionante-, 47 carreras anotadas y 17 bases robadas, Blanco fue tremendo primer bate con los Tiburones.
No obstante, Blanco, bateador zurdo, fue mucho más del deber, al probar con slugging de .520, 14 dobletes, cuatro jonrones y 23 impulsadas que fue temible en todo el sentido de la palabra. Con razón se ganó el premio Jugador Más Valioso en Venezuela.
San Francisco redondea un probable cuerpo de jardineros en base al central dominicano Melky Cabrera, con Nate Schierholtz y Aubrey Huff como guardabosques derecho e izquierdo, respectivamente, y con el boricua Angel Pagán hambriento de tiempo de juego en cualquiera de esas tres posiciones, siempre y cuando el promisorio Brandon Belt asegure el puesto en la primera base.
¿Hay visa para el sueño de Blanco? No es seguro, pero tampoco imposible. Vale recordar el caso del puertorriqueño Andrés Torres, quien acudió al campamento del 2010 a lo sumo como un posible quinto jardinero y no solamente se ganó ese año el puesto del estelar Aaron Rowand en el prado central, sino que fue primer bate de altos quilates y catalizador de la novena en camino a la Serie Mundial.
Bochy no cree en grandes nombres, sino en hombres rendidores. No le tiembla el pulso a la hora de sentar a los que se duermen ni en darle chance a los que están candentes al bate.
Vale recalcar otro punto a favor de Blanco: es un defensor brillante. Al humilde juicio de Béisbol por Gotas, el único mejor jardinero a la defensiva que el caraqueño entre los Gigantes del 2012 es Schierholtz y eso porque tiene un cañón en el brazo, a menos que entre en la conversación Justin Christian, también invitado a los entrenamientos que es muy bueno en el bosque central.
Por otra parte, el hecho de que Blanco no tiene contrato de Grandes Ligas no significa que no vaya a ser bien tomado en cuenta. De hecho, Bobby Evans, vicepresidente del equipo a cargo de operaciones beisboleras, analizó el martes 17 de enero que el venezolano añade a la profundidad que tiene el cuerpo de jardineros de los Gigantes.
Traducción: si rinde en la pretemporada lo tendrán en cuenta para un puesto.
En otras palabras, nadie le promete un jardín de rosas ni a Sánchez ni a Blanco, pero estos dos Tiburones sí pueden comerse un jugoso manjar al ayudar a los Gigantes en el 2012.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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